Barbera

La variedad Barbera es un tipo de uva tinta originaria de Italia, más concretamente de la zona del Piamonte, que tras la Sangiovese y la Montepulciano, es la uva tinta más plantada en todo el país.

Crece mayoritariamente en Italia y es difícil encontrarla fuera del país, pero sí que existe una pequeña cantidad de uva Barbera en Rumania y Grecia.

Hasta hace no demasiado tiempo, la uva Barbera se utilizaba únicamente para elaborar vinos de mesa, especialmente vinos espumosos y frizzanti, pero no vinos de alta calidad, debido principalmente a que es un tipo de uva con una elevada acidez. Estaban considerados en Italia como vinos de campesinos.

Esto hoy en día ha cambiado, ya que en la actualidad la Barbera es protagonista en la producción de los Nebbiolo, uno de los vinos italianos de mayor calidad.

Diferentes estudios aseguran que la Barbera podría tener relación con la Mourvedre, una variedad de origen franco español.

A lo largo de su historia, la Barbera ha mutado con variedades de Piamonte, Lombardía, Mezzogiorno y Emilia – Romaña, y estos clones podían diferenciarse tanto por la forma como el tamaño de los racimos.

Características de la variedad Barbera

La Barbera es una vid muy vigorosa y de alto rendimiento cuando la poda no se mantiene bajo control ni se toman las precauciones necesarias, lo que potencia su elevada avidez y reduce la calidad afrutada de la uva.

Se trata de una variedad con un bajo contenido de taninos, aunque sí son perceptibles, que destaca por su robustez, y que es muy resistente a los hongos y se adapta a la perfección a diferentes tipos de suelos, produciendo excelentes cosechas en varios tipos de tierra sin problemas. Aun así, crece mejor en suelos arcillosos y calcáreos.

Para su vinificación, muchos productores utilizan barriles de roble tostados, ya que estos aportan una mayor complejidad y un potencial de envejecimiento superior, con ligeras notas a vainilla.

Característica de los vinos elaborados con Barbera

Como ya hemos comentado, los vinos elaborados con Barbera se caracterizan por una elevada acidez, lo que hace que muchas bodegas opten por mezclarlos con otras variedades, para así conseguir caldos más suaves y equilibrados.

Son vinos de color rojo rubí con una muy buena intensidad cromática, con aromas principalmente florales con ciertas notas a pimienta, canela y clavo.

En boca son caldos con una muy buena textura, excelente equilibrio, cuerpo medio, una buena persistencia y una marcada acidez, pero que no molesta e invita a beber.