Albariño

El albariño es una variedad de uva blanca de origen gallego, que destaca por ser uno de los tipos de uva más utilizados para elaborar vinos blancos en nuestro país.

También conocida como “alvarinho” y “cainho branco”, los vinos de albariño están considerados como los mejores blancos de España, y aunque predomina especialmente en Galicia, también está muy presente en Cantabria, Castilla y León, Cataluña y Portugal.

Aunque hay teorías que cuentan que procede de Francia, se ha demostrado que la variedad de uva albariño es autóctona de Galicia, y a partir de ahí se fue expandiendo a otros lugares.

Las principales zonas de producción de la uva albariño son A Coruña y Pontevedra, y es la uva estrella de la Denominación de Origen Rías Baixas.

Características de la variedad de uva albariño

Muy fértil y productiva, los racimos de la uva albariño son pequeños, con una compacidad media/elevada, y un pedúnculo corto. Las bayas son pequeñas, circulares y uniformes, blandas, jugosas y sin pigmentación, y tienen una piel suave a la vez que delicada.

Las cepas de la variedad albariño tienen un elevado vigor, un porte semierguido y una elevada fertilidad.

Por sus características, para alcanzar buenas producciones la uva albariño precisa de podas largas y apoyadas, así como de terrenos frescos. Asimismo, es recomendable un sistema de conducción en espaldera o parral.

Es un tipo de uva muy resistente al oídio y a la botrytis, y a la vez, muy susceptible al mildiu y a la sequía.

Características del vino elaborado con uva albariño

De reconocimiento internacional y presentes en todo el mundo, además de en España, el vino albariño es muy consumido en Portugal, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.

La Denominación de Origen Albariño produce unos excelentes vinos blancos, que se caracterizan por tener un porcentaje de alcohol elevado y una notable acidez. Los monovarietales de albariño son los vinos blancos más populares y prestigiosos de Galicia, y unos de los más importantes de toda España.

Los vinos elaborados con la variedad albariño tienen un gran potencial aromático afrutado con matices florales, y en la mayoría de los casos se consumen jóvenes, aunque también hay albariños que se elaboran con crianza en barrica.

A la vista, los vinos albariño son de color amarillo pálido, con ligeros tonos verdosos, mientras que, al olfato, son de intensidad media con notas cítricas maduras. En boca, tienen un sabor fresco, equilibrado y envolvente, con notas que recuerdan a la fruta cítrica madura.

Y en cuanto al maridaje, el albariño marida muy bien con comidas ligeras de sabores no muy intensos.