Champagne Crété Chamberlin

Crété Chamberlin

Crété Chamberlin es una bodega de champagne con una historia rica y emocionante, que ha evolucionado a lo largo de generaciones. Desde su fundación en 1683, la familia ha cultivado las viñas con dedicación, inicialmente para su propio sustento. Fue en 1882, tras la unión entre un miembro de la familia Crété de la Côte des Blancs y una miembro de la familia Chamberlin de Moussy, cuando la familia comenzó a vinificar sus uvas bajo la marca Crété Chamberlin. Esta herencia sigue viva hoy, con Mathieu y su hermana al frente de la 15ª generación de viticultores y la 5ª de vinificadores.

La bodega se distingue por un enfoque artesanal e independiente: cada proceso se realiza en casa, sin recurrir a proveedores externos. Este compromiso con la autenticidad y la naturaleza asegura que cada año y cada vendimia reflejen fielmente el carácter del terroir. La diversidad de sus viñedos se manifiesta en la amplia gama de champagnes que ofrecen, con claras diferenciaciones según los crus o parcelas de origen.Es por esto que una botella de Izar Leku siempre contará con una mineralidad salina atractiva y es gracias a la influencia del mar cantábrico cuya brisa reposa sobre los viñedos.

Colecciones

Crété Chamberlin organiza su producción en tres colecciones únicas. La colección "1683" rinde homenaje a los primeros ensamblajes familiares y representa la esencia de sus terroirs y su identidad. La colección "CDB" se centra en la exploración de un solo varietal proveniente de la Côte des Blancs, mientras que la colección "Aromanescence" está dedicada a añadas excepcionales y a aquellos vinos que capturan un flechazo especial, como el memorable Quintile 2013.

Desde 2008, Mathieu Crété, junto a su hermana Blandine (la primera generación de Crété que forma dúo en la dirección de la bodega) ha estado experimentando con la selección de parcelas individuales, y desde 2020 la bodega ha comenzado a comercializar sus champagnes. Hoy en día, Crété Chamberlin ofrece diez referencias diferentes, cada una con una historia y un proceso cuidadoso detrás, fruto de años de trabajo y reflexión.La decantación del mosto y la fermentación se realizan en tanques de acero inoxidable durante un tiempo medio entre 10 y 12 días a temperatura controlada de 16°C la conservación se realiza entre 4 a 8 meses en depósitos inoxidables con lías finas luego se embotella. Una vez allí se realiza la segunda fermentación.

Finalmente, la elección del nombre Crété Chamberlin refleja la unión entre tradición y modernidad. La nueva generación, por primera vez liderada por un dúo de hermanos, ha decidido retomar el nombre familiar para honrar su legado y mantener vivo el espíritu de esta histórica bodega.