Aunque es incierto, se cree que la Gewürztraminer es una variedad originaria de la localidad italiana de Tramin, concretamente de las frescas laderas alpinas del Trentino – Alto, en el noroeste del país.
Se cultiva en todo el mundo, la uva Gewürztraminer crece especialmente en Alsacia (Francia) y en el Valle del Rin (Alemania). En el resto del mundo, la encontramos en Austria, Bulgaria, Croacia, Hungría, Italia, Luxemburgo, República Checa, Eslovaquia, Estados Unidos, Chile y Nueva Zelanda.
La Gewürztraminer está autorizada en diferentes regiones vitícolas españolas, siendo las DO de Penedés y Somontano las que cuentan con una mayor extensión de esta uva.
Esta uva pertenece a la familia de las Traminer, y está estrechamente relacionadas con las variedades Sauvignon y Aubin. Es una mutación de la Savagnin Blanc, también conocida como Traminer en Tirol del Sur.
La Gewürztraminer es una cepa bien adaptada a los climas fríos y húmedos, lo que hace que pueda dar vinos de gran calidad en zonas como Alemania o Inglaterra. Muy polivalente y fácil de cultivar, la uva crece bien en zonas relativamente cálidas, como ocurre en España.
Esta variedad se caracteriza por una piel rosada o rojiza, que hace que sea considerada como una uva de vino blanco, en contraposición a las uvas de color azul oscuro, más habituales para producir vino tinto.
Es una variedad muy vigorosa, de bajo rendimiento, maduración tardía y brotación temprana. Los racimos son pequeños, cortos y compactos, mientras que las bayas, también pequeñas, son de color rosáceo y tienen un hollejo de grosor medio.
Está considerada como una uva de altitud, que crece mejor en el interior, a una altitud superior a 500 metros. A partir de los 900 metros, produce bayas de excelente calidad.
El vino de Gewürztraminer es uno de los blancos más aromáticos que se pueden degustar en la actualidad, destacando con unos aromas a frutas, flores y especias muy marcados.
En boca, el Gewürztraminer es un vino fresco y ligero, untuoso y con una muy buena estructura. En algunos vinos, pueden apreciarse las notas olfativas en el paladar, especialmente las notas florales y frutales. Con un final extenso y sedoso, deja un dulce gusto en boca durante un tiempo prolongado.
De color amarillo claro y brillante con destellos dorados, por sus características, se recomienda beber a una temperatura de entre 8 y 10ºC.
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