UN CAMINO QUE ARRANCA ENTRE CEPAS VIEJAS DEL BIERZO
Criado en un entorno vitivinícola —su padre es Juan Magaña, referente en Navarra— Diego complementó su aprendizaje en la bodega familiar con etapas en Burdeos, Borgoña, Argentina y Chile.
En 2014, gracias a la influencia de Raúl Pérez, encontró en el Bierzo el lugar donde dar forma a su propia visión. Así nació Dominio de Anza, un proyecto centrado en viñedos antiguos de Valtuille de Abajo y Otero, trabajados con precisión parcelaria. Sus vinos muestran una interpretación limpia, fragante y muy fina de la Mencía:
Selección de Parcelas: una mezcla de diferentes parajes que prioriza la fluidez y frescura.
El Rapolao: emblemática parcela de arcillas rojas, profunda y con una expresión muy personal.
Valdehorta: viñedo en altura sobre granito y pizarra, el más floral y afilado de la gama.

RIOJA ALAVESA: UN PASO NATURAL
Si el Bierzo fue origen, Rioja Alavesa se ha convertido en su gran vocación. En 2016 adquirió sus primeras viñas viejas en Laguardia y Elvillar y creó Anza, un homenaje a su madre Esperanza.
Hoy trabaja alrededor de 4,5 hectáreas con variedades como Tempranillo, Garnacha, Graciano, Viura o Malvasía, siempre bajo una filosofía de mínima intervención: fermentaciones espontáneas, uso de racimos enteros según añada y crianza en barrica usada.

Entre sus vinos más representativos destacan:
Anza Rioja: una expresión “village” que reúne la esencia de múltiples viñedos de la Sonsierra.
San Ginés: su viña en propiedad y alma del proyecto, con un carácter mineral y preciso.
La Canoca: estructura y tanino fino sin perder delicadeza.
Carramonte: procedente de tres parcelas de altitud, serio y completo.
CDVIN: colaboración en Cordovín para rescatar viejas garnachas de perfil vertical y refrescante.
UNA FILOSOFÍA QUE MIRA AL FUTURO
El trabajo de Diego destaca no solo por los vinos, sino por su forma de convivir con las viñas. Habla de “jardines”, utiliza la tracción animal en laderas extremas y se toma cada parcela como un universo irrepetible. Sus elaboraciones buscan nitidez, autenticidad y emoción.
¿POR QUÉ EN WINE MERCHANT?
Porque quienes construyen cartas con personalidad necesitan productores así: honestos, consistentes y con una mirada propia. En un entorno donde sobran los relatos forzados, Diego ofrece lo que de verdad importa: territorio, sensibilidad y vinos que hablan por sí solos. A partir de hoy, sus referencias ya están disponibles en Madrid y Barcelona para restaurantes y sumilleres que apuesten por la frescura, el carácter y el sello distintivo de un viticultor destinado a dejar huella.
